El Sábado 23 de Febrero sucedió algo muy especial. Yo llevaba un par de días con dolor intenso en la muñeca derecha, al grado que me dolía abrir las puertas. En mi pasado estos dolores generalmente tienen 2 orígenes en mí: Dormir chueco encima de mi brazo o haber comido glutamato monosódico. Normalmente cuando duermo encima de mi brazo el dolor se va al día siguiente, por lo cual no creo que haya sido esa la razón. Tampoco creo haber tomado glutamato en cantidades que me provocan estos dolores en estos días por lo que la razón quedará indeterminada.

El caso es que durante los dos días que había tenido el dolor habíamos logrado disminuirlo usando energía pero no habíamos encontrado el bloqueo o el origen para poder dejar ir este dolor completamente. Generalmente, es interesante actuar en ideas que uno piensa que no tienen sentido pues pueden tener orígenes profundos y crear sorpresas inesperadas.

Ahora bien ya hemos platicado en los cursos que muchas veces los «instrumentos» utilizados para sanar son simplemente una manera de mantener al cerebro izquierdo (analítico) ocupado para dar espacio a que «la magia» suceda y la sanación se lleve a cabo. No sé si este haya sido el caso o no pero el desenlace es fascinante.

Estábamos todos viendo la tele y Daniel (5 meses de edad) me volteó a ver y me sonrió. Fue ahí cuando sentí el impulso de pedirle que me curara mi brazo. Para mi sorpresa, me agarró el brazo con sus dos manitas y me apachurró «fuertemente» con cierta torsión llamada en México «manita de puerco». Me miró a los ojos y rió nuevamente. No habían pasado más de 5 segundos.

Para mi sorpresa mi dolor había bajado de un 7 a un 1. Klau incluso pensó que estaba bromeando pero no era así. Al día siguiente el dolor había completamente desaparecido.

¿Fue Danny?, ¿Fui yo a través de Danny?, ¿Fue coincidencia? !!Qué Importa!! mi muñeca está como nueva.

Gracias «Danny Boy» mi muñeca y Felicidades por tu primera sanación.