Hay una frase que dice «Los ojos son el reflejo del alma». Sea esta frase cierta, o no, en nuestra experiencia, cuando hay sanaciones profundas y dejamos ir emociones o energías que ya no necesitamos el brillo de los ojos cambia radicalmente. Muchas veces incluso podemos notar un cambio en nuestra percepción. Es equivalente a haber limpiado el parabrisas y ahora todo a nuestro alrededor se «ve» más claro y los colores son más intensos y brillantes, hay más detalles en las cosas y hay mucha más «luz» en el ambiente.
Estábamos dando un curso intensivo en México y el Domingo, después de un Sábado lleno de ejercicios y protocolos energéticos compartimos el comentario sobre los ojos y les pedimos que se vieran unos a otros a los ojos para ver si notaban este brillo tan especial. La mayoría nos comentó que los ojos de los demás brillaban diferente.
Al terminar el curso una de las participantes (la cual omito el nombre pues respetamos la privacidad) me comentó que estaba impactada pues la noche anterior soñó con un comentario similar. No recuerdo exactamente el sueño que me contó pero tenía que ver con alguien estaba «haciendo los ejercicios energéticos» y la miraban a los ojos para ver si era «cierto» o no. (Si lees esto y quieres compartir el sueño con más detalles, adelante! 🙂 ). Lo interesante del asunto es que nosotros no habíamos comentado esto anteriormente y ella lo soñó precisamente la noche antes que lo mencionaramos.
Tal vez en el próximo intensivo tomemos fotos de ojos de los participantes antes y después del curso.
Te recomendamos que si vas a ir a algún curso de energía o a recibir alguna sesión energética (sin importar la modalidad) pon atención a como se ven tus alrededores antes y después del evento.