Esta historia sucedió hace ya varios años pero ha sido una de las más claras señales que he recibido hasta el momento. Y siempre estaré agradecido por el mensaje recibido.
Después de 3 meses de haber sido diagnosticado con una enfermedad «incurable» y haber sido tratado con el único método hasta el momento disponible mi cuerpo comenzó, lentamente, a responder favorablemente y pude volver a ir a trabajar. Las cosas estaban estables aunque había muchas limitaciones de lo que podía o no hacer físicamente hablando y tenía que tener ciertos cuidados, de deportes mejor ni hablar. El hecho es que mi doctor decía que eso era todo lo que se podía hacer y que no habría mucha más mejora, era cuestión de comenzar a aceptar la realidad.
Los que me conocen saben que siempre creo que para cada problema hay una solución y por ende no estaba en mí «aceptar» esta realidad sin buscar otras alternativas. Fuimos a buscar una segunda opinión al Hospital de John Hopkins en Baltimore. Ahí se encuentra uno de los raros «expertos» en esta enfermedad. Después de los análisis y pláticas con él nos comentó lo mismo, yo estaba un poco arriba del promedio de recuperación pero de acuerdo a las estadísticas no habría mucha más mejora.
Esta noticia fue un balde de agua fría, salimos del hospital y simplemente «pedí ayuda», ¿Qué tenemos que hacer para salir de esta?.
Nos subimos al coche y de regreso a D.C. decidimos pararnos a caminar por el muelle en Baltimore,era necesario distraernos. Fue entonces cuando por alguna extraña razón, como buscando una respuesta, empezamos a caminar hacia el lado opuesto del muelle, caminamos dos o tres calles y dimos una vuelta. No había salida. Recuerdo un escalofrío y el pensamiento que tal vez esa era mí respuesta, simplemente «no hay salida», cual fue mi sorpresa que al mirar al edificio contiguo había una lona negra de unos 10 metros de largo y 2 metros de ancho con el mensaje más claro que he recibido, todo lo que decía era: «Confía» (Believe). Tuve escalofríos por todo el cuerpo. Sabía que no era coincidencia, esa era la respuesta a mi pregunta.
Hoy estoy totalmente curado, con muchos conocimientos en terapias alternativas y con una familia increíble.
Simplemente «Confía». Lo importante es darse cuenta que eso no significó que me sentara sin buscar respuestas ni alternativas, sino todo lo contrario, seguímos buscando y encontramos la solución.
Gracias por mandar un mensaje tan claro y directo, supongo que «sabían» que en ese entonces no hubiera echo caso a un mensaje menos monumental.
Que bien que recibieras el mensaje
Confiando en que te llegaría la ayuda lanzas una energía que al expandirse hace vibrar más fuerte todo aquello que te podía ser útil. Fuiste sensible a las señales, y por tanto, coherente con la energía que estabas proyectando, aumentando cada vez más su fuerza. Tomaste acción con las posibles soluciones que «aparecían» en tu camino. Así empezaste a crear lo que iba a suceder. «Confiar» era algo indispensable.
Gracias por compartir la experiencia.
Hola Kharmah
Muchas gracias por tu comentario, definitivamente estoy de acuerdo contigo, el único punto que veo diferente es el «lanzar» la energía, yo lo veo más como ser la energía misma en el cuerpo y de ahí se emana hacia afuera, no tanto como el hecho de proyectarla consciente o inconscientemente. Indudablemente un tema que me fascina.
Gracias nuevamente ojalá te leamos seguido por estos rumbos.
Recuerdo bien ese día, después del miedo que sentimos de vivir una vida que no era la que queríamos para nosotros… Una plaza sola, un poco de miedo ante la idea de estar en un lugar perdidos y como rayo de sol, una lona negra sin mas nada que que 7 letras.
Sucedió algo similar, el año pasado, cuando mi abuelita iba a ser operada, no muy buena prognosis y todos tenían una actitud negativa hacia el asunto, caminando por la calle, levante la mirada y pedí una señal. diez pasos adelante, hice un alto para dejar pasar unas personas ante una parada de autobus, levante la mirada y vi un letrero enfrente de mi que decía «believe in miracles». Simplemente sonreí, di gracias y segui caminando con mi bebé. Mi abuelita se recuperó muy bien de la cirugía.