Este ejercicio agranda y ayuda a fortalece las energías de tu aura. Además conecta todas tus energías y sistemas entre sí para que trabajen conjuntamente. Ayuda a crear un filtro «más fuerte» para poder interactuar con las energías externas sin que te afecten tanto. Como todos los ejercicios energéticos los beneficios son acumulativos, es decir, entre más tiempo lleves haciéndolos más diferencias notarás.
Cabe mencionar que estos ejercicios, como todo en la vida, van evolucionando a través del tiempo. Si has ido a varias clases con Donna te darás cuenta que muchos de ellos han cambiado o los está haciendo diferente. Esta descripción es sobre el ejercicio como lo hizo la última vez que tuvimos clase con ella, así que si tienes el libro «Energy Medicine» o apuntes de otras clases no te sorprendas si no es exactamente igual. Como siempre te invitamos a que familiarices con el ejercicio para después modificarlo para hacerlo propio. En algún momento (diversos apuntes y cursos) este ejercicio no era considerado como parte de la rutina diaria básica sino como ejercicio adicional, pero por su importancia poco a poco se fue incluyendo en esta categoría.
De pie, coloca las manos en tus muslos.
Respira profundamente un par de veces por la nariz y exhala por la boca.
Frota tus manos entre sí, sacúdelas, y coloca las palmas una frente a la otra júntalas y separalas lentamente tratando de sentir la energía entre ellas hasta que haya 15 a 20cm entre ellas, espera unos 10 a 20 segúndos. Frota las manos y sacúdelas de nuevo. Coloca la mano izquierda cerca del oído izquierdo y la mano derecha cerca del oído derecho con las palmas apuntando hacia los oídos pero sin tocarlos y con los codos hacia afuera.
Respira profundamente una vez más.
Al Inhalar junta los codos tratando de no mover la posición de las manos.
Ahora exhala, cruza las manos y brazos frente a tí (sin mover mucho los codos) y continúa el movimiento cuando los antebrazos se extienden en línea recta con los brazos entonces si mueve los brazos completos hasta extenderlos a los lados.
Inhala lentamente mientras vas cruzando de nuevo los brazos extendidos como si te fueras a dar un abrazo y al exhalar extiéndelos nuevamente hacia afuera. Dobla tu cuerpo un poco hacia delante. Repite este procedimiento Inhalando, cruza los brazos como si te fueras a abrazar a la altura de los muslos. (Uno puede repetir estos cruces más veces, el ejercicio está mostrando el número de cruces mínimo recomendable).
Al Exhalar extiende los brazos; Dobla el cuerpo un poco más inhala y cruza enfrente de los tobillos y al exhalar extiende nuevamente los brazos hacia atrás. Flexiona las rodillas, extiende los brazos hacia el suelo y coloca las palmas del las manos hacia delante. Agarra toda la energía desde atrás y levántate llevando los brazos hasta arriba de tu cabeza haciendo el movimiento como si estuvieras agarrando agua con las manos y dejándola caer desde arriba bañando todo tu cuerpo, pero «imaginando» que en lugar de agua es energía lo que estás moviendo. Deja caer toda esa energía por todo tu cuerpo como una cascada.
Este ejercicio es de los complicados de describir, puedes buscar la versión antigua del ejercicio en YouTube con Donna demostrándolo hace varios años se llama «Celtic Weave.
Cualquier pregunta te la responderemos tan pronto como sea posible.
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Los 3 Golpecillos Que Ahora Son 4
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Alineación del Cruce de Energías
Conectando La Tierra con El Cielo
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Ejercicio de Conexión
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