Hoy después de que Klau terminó de diseñar unos diagramas para los manuales y las presentaciones del curso que daremos en México este Diciembre, se fue a la cocina preparando el almuerzo. Cuál fue su sorpresa que al mirar hacia el jardín teníamos un visitante muy especial. Me habló con ese timbre de emoción característica cuando algo nuevo e interesante está pasando pidiéndome que fuera con ella. Había una ave bien podría un águila o halconcillo, que realmente no importa, parada en nuestro «árbol especial» del jardín.
Este árbol tiene roca especial como «anclaje»que fue utilizada en un evento con Freddy Silva en donde nos compartió secretos de lugares de poder alrededor del mundo así como aspectos de geometría sagrada. El curso fue buenísimo pero bueno esa es otra historia.
El caso es que esta áve estaba grande y nos volteaba a ver, estuvo ahí observando los alrededores y viéndonos a los ojos por varios minutos. Tomamos muchas fotos ya que podíamos percibir que era un momento muy interesante y especial. No sé ustedes fuera de mi primo Victor que tenía un halcón en su patio trasero no conozco a nadie más que haya tenido el privilegio de tener de visita a una de estas aves no sólo volando alrededor sino que parada viéndolos a los ojos.
Ahí estaba, elegante parada en nuestro arbolito que en este momento ya no tiene hojas. Seguramente tenía algo importante que platicarnos. 🙂
Por cierto para más info del curso en Aguascalientes, México en Diciembre 14, 15, y 16 visita: Curso Ags, México 2012
Que lindó! A mi me «visitan» animales así des pequeña. Ya tres veces ha venido un halcón a pararse en mi cerca a metros de mi, a «practicar» con sus ojos.. Siempre en momentos precisos!
De seguro les estaba deseando buena suerte y mandándoles buena vibra para su próximo viaje a México
🙂 Jeje. que bonito.
Le comenté a Klau que afortunadamente no estaba devorando una serpiente… De lo contrario nos pudieron haber estado fundando la ciudad de México en nuestro jardín trasero jajajaja.