Hace algunos días escuchaba a una maestra aconsejar a una mamá: "Fulanita acaba de rayar su tarea y la tuvo que hacer otra vez. Ella ya sabe que no debe rayar, así que póngale una consecuencia, algo que recuerde toda la semana, como no ver la televisión". La mamá estuvo de acuerdo con la maestra, y agregó que Fulanita ya había rayado también la sala con marcador "¡y la acababa de lavar!".
No utilicemos eufemismos. Dejar a la niña sin ver la televisión es un castigo, no una consecuencia.
Una consecuencia es algo que ocurre necesariamente a partir de cierta acción. El castigo anterior no es algo "natural", es algo que, como padres o autoridades imponemos a los niños.
Un autor recomendaba que los castigos estuvieran directamente relacionados con la falta y que estuvieran enfocados a repararla en la medida de lo posible.
Por ejemplo, si el niño tiró la leche (cosa que les pasa con frecuencia a cierta edad), limpiar la mesa. Si rompió algo, poner de su dinero para reponerlo. Incluso puede ser que le digamos que en lugar de ver la televisión vamos a utilizar ese tiempo para estudiar o hacer la tarea, si la falta está relacionada con esto.
Este último punto es importante, pues si solamente castigamos a los niños, o si no los castigamos, los dejamos en deuda… una deuda "virtual" que nunca nos acabarán de pagar y que los detendrá en su desarrollo.
En la anécdota anterior, la niña ya había tenido que repetir la tarea. Esa ya es una consecuencia. Otra consecuencia podría haber sido confrontarla con el hecho de que, al rayar su tarea, su cuaderno de trabajo ya no se ve tan bonito (y dejarla decidir si quiere repetir su tarea o se queda con la hoja así). Es decir, platicar con ella de las razones por las cuales no nos parece bien que haya rayado su cuaderno, y de paso, escuchar las razones por las que ocurrió. Tal vez quería dibujar y no tenía dónde (algo muy fácil de solucionar), tal vez no se le había ocurrido que su cuaderno se vería feo, o tal vez hay algo mucho más profundo, como una niña angustiada.
Sea como sea, imponiendo "castigocuencias" no nos vamos a enterar de qué existe detrás de la falta, ni le vamos a dar oportunidad a nuestros hijos de repararla y aprender de ella.