Entre La Luna Y Tus Ojos

Hoy ha llovido bajo el techo del presente.  Esta marea aún con su movimiento no logró limpiar los recuerdos inexistentes. Pareciera que estas gotas han viajado de lugares distantes a través del tiempo trayendo consigo sensaciones, creando momentos, moviendo piedras, dibujando emociones y liberando suspiros.

Has estado tan distante, por mí, tal vez por ti, o quizá sea este momento otra creación dramática de la luna, mi luna, aquella que gusta cuando aparece apenas iluminada con su eterna estrella por compañera, irradiando su nostalgia que hoy, es mía.

Por un instante eterno ha llovido entre mis ojos y los párpados se niegan a separarse. Fue tan real que tal vez tu también lo viviste, aunque posiblemente haya sido sólo entre sueños. Fueron las nubes moviéndose por tu cuerpo acariciando tu vida entera por un momento que me hicieron despertar.

Avalancha de colores marrón cayendo por tus mejillas. Entre mis brazos, los recuerdos se desvanecen provocando sensaciones tan intensas y todo sin tocarte.

Quisiera poder sudar los recuerdos para así sentir su calor y volver a mojar las calles con tu memoria a mi alrededor. Bailar, correr, volar, dar vueltas por las glorietas al atardecer cual aves preparándose para regresar a su nido tras un largo periodo de migración. ¿Será realmente el nido lo que da a las aves la fuerza para al día siguiente querer volver a volar?

Las horas pasan, que digo horas, realmente son los minutos o para ser más preciso los segundos,       uno        a          uno.  Estoy aturdido no por estruendo del tic tac del reloj sino por el interminable silencio que existe entre cada uno de ellos pues no hay oportunidad alguna de llenarlos con tu sonrisa.

Una imagen, mil palabras siempre y cuando se puedan interpretar. La duda siempre existe. ¿Cómo poder ella disipar?

Los brazos pesan, el abdomen cada vez más firme negándose a doblar por el simple capricho del ser. El corazón sigue latiendo pues es la única oportunidad para expulsar lo que se lleva adentro aunque interminablemente, afortunada o desafortunadamente, se vuelve a llenar.

El silencio, la lluvia y mis ojos no quieren volar, ¿Cómo esto poder descifrar? Muriendo por tu ausencia o tal vez por tu presencia. ¿Lo Sabes? Todo esto sucede cada noche, entre la luna y tus ojos.

 

Este es un escrito de hace muchos años antes de que la rutina diaria y la medicina energética apareciera en nuestras vidas para ayudar a balancear las emociones. Cuando lo leí, aunque me gustó mucho, me hizo recordar  como se vive la depresión. 🙂

Acerca de El Bernie

Hace unos años una “desviación” en el camino de la vida los llevó (a su esposa Klau y a él) a investigar un laberinto de opciones fantásticas, interactuando y aprendiendo de curanderos, sanadores, chamanes, “maestros”, libros, videos y, sobre todo, de ellos mismos enseñanzas increíbles que, seguramente al escucharlas, podrían confundirse con cuentos mágicos de ficción desarrollándose en realidades alternas y muchas veces en universos paralelos. Cada enseñanza y personaje (real o “imaginario”) iba expandiendo los límites de lo que consideraban posible o real, cambiando, definitivamente, la manera de percibir e interactuar con el mundo, al mismo tiempo que su cuerpo y espíritu iban sanando. Las enseñanzas aprendidas a partir de ese hecho hicieron que ese episodio, muy difícil en su momento, pasara de ser uno de los momentos más aterradores de sus vidas (incluyendo a sus familias y amigos) a una de las mayores bendiciones recibidas. Desde entonces “El Bernie” se convirtió en un aficionado de la vida e incansable explorador de la conciencia personal y general. Gerente de Ingeniería en Aviónica de día, juega a diseñar y a arreglar simuladores de vuelo para, en su tiempo libre, dedicarse a su familia, meditación, Qi-Gong, Medicina Energética (de diversos colores y sabores), sanación, cursos y a escribir.
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