Con los años uno va aceptando poco a poco y muchas veces sin darse cuenta los estragos de la inactividad. Los tendones y músculos pierden su elasticidad y lentamente uno va perdiendo fuerza y resistencia.
Es difícil negar que la sociedad acepta este deterioro como algo normal y es por ello que no muchas son las personas tienen el valor de salirse de lo cotidiano para emprender un camino por la vereda de auto-estima y amor al cuerpo propio invirtiendo un poco de tiempo cada día para el mantenimiento de éste.
Sí una persona mayor tiene dolores en las rodillas «es normal», seguramente es la artrítis; la solución: pastillas anti-inflamatorias y para evitar el dolor. Muy pocos se atreverán a recomendar ejercicios de estiramiento y un programa de fortalecimiento de los músculos alrededor de la articulación. Sin embargo en mi experiencia esto es lo que a varios compañeros le han recomendado para sus dolores de rodilla. Como son jóvenes estos dolores no son «normales» y hay que enfrentarlos.
Si existe una persona mayor con flexibilidad y fortaleza, que puedo asegurarte que hay muchas ¿Qué previene que seas tú una de esas «raras excepciones»?. Puede que el camino no sea sencillo, habrá que invertir tiempo diario y tener disciplina para seguir las rutinas y hacer los ejercicios. Puedo garantizar que sin importar tu estado actual con el paso del tiempo vas a observar una mejoría directamente proporcional al tiempo que le dediques a tu cuerpo.
No dejes que la percepción de los demás a cerca de la edad trunquen tu posibilidad de llegar a un bienestar total. Sentirse bien es un derecho divino y vivir con plenitud sin importar la edad debería de ser la norma. En mi mundo el dolor es simplemente un lenguaje del cuerpo que está llamando la atención y pidiendo que lo escuches y lo ayudes.
Sí se puede, solamente tienes que decidirte.