Muchos de nosotros hemos escuchado historias de curaciones milagrosas en las que alguien con una enfermedad «terminal» o «incurable» por la medicina occidental termina buscando otras alternativas: visita curanderos, sanadores, chamanes, y otros tipos de medicina «complementaria» (alternativa) para ser curados. Hay casos en que las curación es «casi inmediata» otros toman días o semanas y otros meses o incluso años y otros desgraciadamente no logran encontrar el camino a la sanación.
El nombre de medicina «complementaria» se me hace muy adecuado debido a que ésta puede trabajar en conjunto con la medicina tradicional u occidental complementándose mutuamente. Ambas tienen sus pros y sus contras y son válidas para el trato de enfermedades. Simplemente son dos opciones; cada quien es libre de elegir el camino que considere mejor para él.
En lo personal el camino que tiene más sentido es el opuesto al que normalmente seguimos actualmente. Lo ideal sería buscar sanarnos con métodos «alternativos» que normalmente no son invasivos y no tienen efectos secundarios y, en caso de que éstos no funcionen, entonces sí proceder a operaciones y otros tratamientos que ofrece la medicina tradicional. La otra opción que fue la que yo seguí fue usar la medicina tradicional y la medicina complementaria en paralelo.
Algo que debe quedar claro es que en ningún momento estamos recomendando descontinuar las medicinas o tratamientos recetados por los doctores. Solamente queremos brindar información que en nuestra experiencia ha cambiado nuestras vidas y las vidas de muchas otras personas, ya sea con o sin nuestra ayuda.
Uno de los problemas que enfrenta la medicina «complementaria» y los diversos métodos de sanación no convencionales es que, debido a los casos milagrosos que uno escucha, uno espera que todos sean así y no piensa uno que muy frecuentemente la sanación es un proceso que va cambiando patrones energéticos que en muchos casos han estado ahí por años. En un principio ese fue mi caso. Tuve dos sesiones con un chamán (que ahora que lo veo realmente salvaron mi vida) y no me curaron totalmente de la enfermedad (aunque si tuve experiencias muy profundas con él que cambiaron mi manera de pensar y de entender el mundo) . Desilusionado que no estaba «curado» dejé de «ir» con él y me decidí a buscar la solución por nuestros propios medios, siempre de la mano de Klau. Fuimos a decenas de cursos y cada uno nos fue proporcionando herramientas para ir mejorando mi situación hasta llegar a la sanación total, algo que no «era alcanzable» ni en la mejor prognosis del doctor que me trataba.
Esta vereda de auto-conocimiento y sanación me enseñó que, mientras las sanaciones milagrosas pueden suceder con medicinas alternativas y hay que estar abiertos a esa posibilidad, muchas veces el proceso lleva tiempo y es necesario varias sesiones, diferentes métodos, invertirle tiempo para hacer ejercicios y meditaciones, paciencia y saber que uno puede lograrlo. Lo importante es enfocarse en los cambios positivos que se van dando después de cada una de las sesiones y tomar responsabilidad de nuestro cuerpo y sanación. Uno puede encontrar a alguien que trabaje con uno facilitando la sanación pero se recomienda nunca ceder el poder a un «sanador» y esperar que el haga todo el trabajo, después de todo, realmente «el sanador» es el cuerpo de uno y, a los que conocemos como «curanderos» o «sanadores», yo les llamaría facilitadores de sanación pues gracias a su interacción nuestro cuerpo reacciona y se cura a sí mismo. Obviamente nutrición y ejercicio tienen un lugar muy importante en el proceso.
El cuerpo es capaz de curarse a sí mismo, aunque a veces, necesita un empujoncito del exterior para recordarle lo que es estar bien.
Los felicito por esta maravillosa idea de comprtir toda esta valiosa información y conocimiento, muchas gracias!! Estoy segura que ayudarán a muchas más personas (me incluyo)
Sigan escribiendo!!!
Cuando lei el artículo me senti totalmente identificada con Ustedes, y digo caray habemos mas loquitos, gracias que tomaron la iniciativa de escribir y transmitirnos sus experiencias, y sus conocimientos, que nos ayudan a seguir creciendo, no lo dejen de hacer.