Siguiendo con la analogía del Bernie sobre el banco de energía, se me ocurrió el siguiente ejercicio:
Imagina que tienes 10 energidólares disponibles cada día y quieres invertirlos. Imagina los billetes enfrente de ti. Yo los imagino plateados y con un brillo propio. ¿Cómo se ven para ti?
Tienes tres empresas en las que puedes comprar acciones, y las has representado en el piso con tapetes de colores:
- Lo que no puedo cambiar Co. Nos dedicamos a ver todo lo que podemos cambiar en otros. Creamos estrategias sinérgicas para cambiar el pasado y nos preocupamos por el futuro. Nuestro lema es «que el otro cambie o yo no me muevo«.
- Que me devuelvan lo que se llevaron Co. Nuestra especialidad son las injusticias, reales o percibidas. Creamos protestas, guerras, huelgas de hambre, ley del hielo, etc. para que nos dejen «como estábamos». No importa si es un país, el gobierno o nuestra pareja. Nuestro lema es «recuperaremos lo que perdimos o moriremos en el intento«.
- Lo que puedo hacer Co. No tratamos de abarcar mucho. Simplemente hacemos lo que podemos cada día. Nuestro lema es «No solo hacemos planes… también los llevamos a cabo«.
Ahora, conscientemente, distribuye tus billetes en las tres empresas.
Suena muy exagerado. De hecho lo es. Pero presentarlo así tiene una ventaja: vuelve visible la forma en que invertimos nuestra energía todos los días:
En el mundial, el partido de Alemania contra Inglaterra: un partido muy reñido, hasta que cometen la injusticia de no marcar un gol de Inglaterra (el balón pegó en el travesaño, entró en la portería golpeando en el suelo, y salió). Después de eso, Inglaterra se vino abajo y perdió 4-1. Algo similar pasó en el partido de México contra Argentina, sólo que en este caso marcaron un gol de Argentina que debió anularse. México se vino abajo después de la injusticia.
¿Y qué me dicen de todos los mexicanos que odian a los españoles (a pesar de que probablemente tengan sangre española? ¿Que no ya pasaron 2 siglos de la independencia?
¿O que tal el último pleito que tuviste con tu pareja? Nos negamos a ser felices hasta que el mundo cambie.
Existe una alternativa. Podemos simplemente hacer lo que podemos hacer hoy. Enfocarnos en disfrutar lo que tenemos. Enfocarnos en sanar en lugar de enfocarnos en lo que nos enferma.
Les cuento lo anterior no como si ya lo supiera, sino como algo de lo que apenas me estoy dando cuenta. Si, ya se que no es sencillo. A veces simplemente no podemos dejar ciertos patrones. Pero entonces podemos utilizar algunas técnicas o meditaciones que nos permiten zambullirnos en el dolor, en las ventajas de nuestros patrones negativos (si… tienen ventajas, pero eso lo platicaré en otra ocasión) para empezar a sanar. Pero también creo en el poder de la intención. Se me ocurre que puedo empezar el día e imaginar el ejercicio anterior y que mi intención afectará mi día (espero que Bernie, que es el experto en meditaciones, tenga alguna sugerencia para mejorarla).
Si haces el experimento, ¿querrías compartirlo?
Hola Jach,
¿Qué comes que adivinas?…
Si tengo una meditación que tiene que ver con nuestras inversiones de energía.
Hay más inversiones de las que uno cree. Por ejemplo todos los proyectos que no se terminan, Los libros que se dejan a la mitad, etc.. Básicamente todo lo que nos hace pensar que tenemos o queremos hacer pero que no hemos hecho causa una inversión o pérdida de energía.
Hace unos 3 o 4 años, cuando comencé a entender lo que estaba pasando energéticamente con mis proyectos no terminados, libros no leídos, con las promesas hechas y con las relaciones (positivas o negativas) decidí crear una meditación para poder darme cuenta dónde estaba poniendo mi energía.
Básicamente me veía como un gran tinaco de energía con múltiples mangueras que estaban conectadas a las diferentes situaciones, personas y proyectos. Poco a poco estando acostado me iban llegando a la mente estas situaciones y visualizaba (imaginaba) la manguera entre ella y mi persona. A veces la manguera era muy gorda y otras era delgada a veces incluso sentía que había succión. Muy interesante. Al darme cuenta de está conexión (que no se debe confundir con los cordones que nos conectan con otras personas, esos tipos de conexión tienen otro proceso para ser cortados) podía decidir si quería dejar la manguera o simplemente, como en la gasolinera, sacaba la manguera del tanque de la situación y la regresaba a mi persona.
Daba las gracias y decía que ahora no era el momento de la interacción energética y que no quería gastar my energía en eso. Al pasar un par de días fue impresionante darme cuenta lo tranquilo que estaba, mi capacidad de concentración aumentó y me sentía con «más energía».
Después de hacer el ejercicio por aproximadamente un mes me di cuenta que una vez que la mayoría de las conexiones del pasado han sido liberadas ahora podía decidir si quería o no invertir en ese proyecto casi en tiempo real y la limpieza de mangueras se volvió algo muy sencillo.
Si practicas este ejercicio platícanos tus experiencias.